En este artículo no vamos a abordar la posible historicidad (o no) del diluvio más allá de un apunte final. Quien conozca la semiótica hebrea sabrá que la historicidad no es el punto clave del relato.
Lo que sí es seguro es que el diluvio de La Biblia NO es una copia adaptada de la influyente epopeya de Gilgamesh de Babilonia… sin más… como a veces se dice. Quien diga esto no aborda el epicentro del asunto y desconoce cómo funcionaba el mundo antiguo.
Haya habido diluvio, o no, el relato bíblico es -entre otras cosas- una maravillosa respuesta al “mito” babilonio que transformaría su mundo para siempre ¡Y el nuestro!
¡Contexto, por favor!
El ORIGEN DE LA EPOPEYA. Utnapishtim vs. Noé
Similitudes evidentes
El diluvio de La Biblia tiene similitudes evidentes con La epopeya de Gilgamesh. En ambas historias hay un diluvio como castigo divino. Ambos protagonistas (Utnapishtim y Noé) construyen un arca que se posa en un monte. Para verificar que La tierra ya está seca, Utnapishtim libera una paloma, una golondrina y un cuervo. Noé envía un cuervo y una paloma. Ambos establecen luego sus pactos con los dioses/Dios. Así que, resumiendo mucho, estas son algunas de las cosas que suceden en común.
La epopeya de Gilgamesh es más antigua. Sus primeras versiones surgen en Sumeria (2100-1600 a. C.) y de ahí se expanden por las demás regiones bíblicas y sus imperios (Asiria, hititas…). Su influencia socio-teológica llega hasta la Babilonia del que es cautivo el pueblo de Israel durante 70 años (VI a. C) ¡Más de 2/3 de siglo estuvieron los hebreos escuchando aquellos mitos fundacionales que incluían el diluvio babilonio!
Aquella epopeya se ha encontrado incluso en tablillas curriculares que usarían los maestros babilonios para leerla junto a los niños. Así que sí… el antiguo Israel vivió bajo el impacto de esta sobrecogedora historia protagonizada por Utnapishtim.
Su importancia en contexto
¿Y por qué era tan importante esta historia en la vida y destino del pueblo?
La Epopeya de Gilgamesh, como todas las cosmogonías de la antigüedad, exponía el origen y propósito de la humanidad. Estos relatos te decían cuál era el sentido de la vida ¡Ni más ni menos! Luego eran usados e interpretados por los gobernantes que explotaban al pueblo por designio divino.
LAS DIFERENCIAS COMO PEDAGOGÍA DE RESPUESTA: ¡Ahí está la CLAVE!
Así que, sí… el Dios de unas tribus hebreas cautivas bajo superpotencias como Egipto o Babilonia tenía algo que decir acerca de esta epopeya.
Y es ahí cuando el diluvio bíblico ofrece sus alternativas teológicas… ¡Desde las diferencias del relato! Y lo hace adrede. Esta técnica pedagógica es lo que los historiadores llaman el “Contact history”. De hecho, Gilgamesh “responde” a su vez a una epopeya anterior llamada Atra Hasis, la versión más antigua conocida del diluvio.
Toda esta pedagogía funcionaba al margen de la posible historicidad del acontecimiento. (Exigir historicidad para que un relato sea “verdad” es una imposición al texto desde nuestra modernidad). Responder desde un hilo común era intencional en la pedagogía antigua. Incluso las palabras que usa La Biblia para la construcción del arca son prestamos lingüísticos babilonios. Irving Finkel, preservador del Museo Británico y probablemente el mayor experto en acadio y Mesopotamia del mundo, ha expuesto ya algunos datos en este sentido.
Pero no nos vayamos del tema central… ¡LAS DIFERENCIAS SON EL MENSAJE! La contraposición desde un tronco narrativo similar expone más claramente a los oyentes la nueva visión alternativa que se quiere transmitir. Esta técnica hace que todo se retenga mejor. Lo que importa son los porqués y para qué hace Dios las cosas.
Para los cristianos y los hebreos, las diferencias son una maravillosa revelación espiritual y socio-política que evidencia la inspiración del texto. Y estas nuevas ideas trasformarán el destino de la humanidad.
Veamos solo unos ejemplos de estas diferencias en la comparación entre el Diluvio bíblico y Gilgamesh:
Diferencias radicales:
-Moralidad de los dioses vs. el Dios de Noé
En la epopeya de Gilgamesh, los dioses sumerios son múltiples y caprichosos. Deciden enviar el diluvio porque la humanidad resulta ruidosa a unos dioses sin unidad moral. Cada uno va a lo suyo.
El Dios de la Biblia, por otro lado, desea que la humanidad se incline hacia el bien y la justicia. Aquí el diluvio es un juicio debido a la corrupción y la violencia total. No es un capricho.
Yahvé mantiene una relación paternal hacia los salvados con quienes establece un pacto de gracia. Se establece una alianza basada en la fidelidad. El objetivo es el bienestar de los humanos para que aquella violencia sea mitigada y nuestro foco sea el bien y la justicia, especialmente hacia los más oprimidos.
En Gilgamesh los dioses no buscan un mundo nuevo y mejor. Nada que ver con esto.
-La quimera de la inmortalidad
La búsqueda de la inmortalidad fue un asunto principal en la antigüedad que ya aparece en el Edén de La Biblia (tenemos un artículo dedicado a este punto en delirante.org).
En la Epopeya de Gilgamesh, Utnapishtim es recompensado con una inmortalidad que no es accesible para los otros humanos. Solo para él.
Pero Noé no recibe inmortalidad. Su recompensa es la bendición de Dios y la preservación de su linaje. El camino para el ser humano es la fidelidad y obediencia a Dios dejando la corrupción y la violencia. No es alcanzar la inmortalidad.
-Conexión personal con Dios
Utnapishtim simplemente recibe lo que le dice Enki. No posee una conexión personal ni moral con los dioses.
Pero Noé es presentado como ejemplo de persona justa, constante. Confía en la bondad de Dios. Y nada de esto se aprecia en el relato babilonio.
El diluvio de La Biblia es un mensaje universal que ofrece una nueva oportunidad para todos. Es una manifestación de la intención restaurativa para el planeta. En la epopeya, todo lo que sucede es de ámbito local.
Se podría decir más. Pero con estos comentarios creo que es evidente que las diferencias espirituales para la búsqueda de la justicia y el bien en un Dios diferente son drásticas.
Entonces: ¿Existió el diluvio bíblico?
Supongamos que SÍ:
En caso de que se hubiera producido un diluvio histórico enviado por Dios (a nivel regional han existido muchos) tal y como dice exactamente en La Biblia, esto significaría que… aquel Dios existió y se nos ha revelado con enseñanzas como las que hemos comentados respondiendo a Gilgamesh y otras enseñanzas más. Así que ¡Ningún problema!
No obstante, si imponemos nuestro requisito moderno de historicidad y afirmamos que el relato bíblico del diluvio fue todo literal, nos encontramos con algunos problemas. Uno de ellos son los datos geológicos que no avalan la existencia histórica de un diluvio universal de este tipo. Otro problema es que parece haber al menos 2 versiones diferentes entremezcladas (algo típico en algunos relatos del Antiguo Testamento). En Génesis 6:19-20 Noé debe llevar únicamente una pareja de cada especie mientras que en 7:2-3 son siete parejas de animales “limpios”. Y luego está que se usan diferentes nombres para Dios además de haber diferentes estilos y términos entremezclados. La inspiración divina también recae (a nuestro juicio) en la edición de los relatos, pero esto es un problema para los cristianos defensores del literalismo y la mal llamada inerrancia bíblica.
Y en cuanto al argumento pro-diluvio universal que dice que en casi todas las culturas antiguas hubo historias de grandes inundaciones ¡Lo raro sería lo contrario! pues las poblaciones se establecían junto a los ríos que, como tales, se desbordaban cíclicamente arrasándolo todo. Hoy el agua nos llega por cañerías a cualquier lugar, pero antes era imprescindible asentarse junto a aguas corrientes. En todo el mundo.
En cualquier caso, suponiendo que “el grueso” del relato bíblico fue literal y que las evidencias geológicas un día se revierten: ¡No tendríamos mayor problema! Pero como ya dijimos al principio: ¡Su historicidad no es lo realmente importante!
Supongamos que NO:
Por otro lado, si el relato bíblico fue “solamente” una respuesta socio-teológica que cambió su mundo, nos ahorramos los debates morales acerca de por qué Dios aniquila a la humanidad incluyendo niños, marginados, mujeres, etc. Y es que estar ante un arquetipo nos deja con la tranquilidad de que no murieron bebés ahogados por orden de Dios. Nos quedamos con las enseñanzas y los símbolos, como que la lluvia, el agua en La Biblia, es un elemento purificador y de nuevo nacimiento (como luego sería el bautismo). Nos quedamos con un relato que nos habla de muchas cosas nuevas y de una nueva oportunidad para vivir para un Dios misericordioso. Nos quedamos con una historia de alianza dirigida a toda la humanidad ¡Qué maravillosa inspiración divina!
Reflexión final
Así que haya ocurrido, o no, un diluvio histórico… lo verdaderamente importante es que el relato bíblico es radicalmente trasgresor y maravilloso. Se nos dejó un cúmulo de mensajes inspirados por Dios, un discurso liberador que cambió la historia de la humanidad para siempre.
Hoy, cuando observamos el arco iris, recordamos que Dios nos ha entregado una nueva oportunidad para vivir plenamente ¿La vas a aprovechar? De eso trata la historia. De mojarse.
PD: Artículos complementarios, para quien quiera rascar más:
¿De qué tratan Génesis 1 y 2? ¡Contexto!
¿Qué es La verdad en La Biblia?
¿Qué es la inspiración en La Biblia?