En el Antiguo Testamento aparecen varias referencias al “ángel de Yavé” (Jehová). Y en algunas de estas en modo de terrible “ángel exterminador”.
En muchos círculos cristianos se dice que aquel enviado de Jehová fue Jesucristo antes de su encarnación en María. Y esto se aplica también al ángel exterminador, quien aparece como si también fuera Dios mismo. Pero ¿Es esta la explicación más coherente desde su contexto bíblico?
Hablaremos en concreto del ángel exterminador, para cuya identidad creo que existen otras explicaciones más consistentes que verlo como un Jesús pre-encarnado.
Voy por partes.
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Por qué el Ángel exterminador de Yavé no debió ser Jesús:
-1.1 El término «ángel» (mal’akh en hebreo) significa «mensajero» y simplemente indica que alguien es enviado. Él término no implica naturaleza divina aunque sus acciones determinen como si las hiciese Dios mismo. Un emisario representa a quien le envía y ejecuta en su nombre, pero no es la misma persona.
1.2 La teología de ambos testamentos no muestra indicios
1.3 El Nuevo Testamento tampoco se hace eco de esta idea. No dice nada de que aquel ángel fuese el nuevo Mesías. Tampoco nadie considera esto desde el Antiguo Testamento.
1.4 Que Jesús ya hubiera estado interactuando con nosotros siglos antes, y con relativa frecuencia, reduce drásticamente la enorme trascendencia que el Nuevo Testamento otorga a la encarnación del Verbo en múltiples pasajes. No encaja.
1.5 La gran esperanza en el AT apunta al día en que esta “nacería de la simiente de la mujer”, no antes.
1.6 En la carta dirigida a los hebreos (1, 4-5) se dice que Jesús es “superior a los ángeles… Porque, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Tú eres mi Hijo?”
Por resumir: No se perciben argumentos directos ni indirectos para pensar que Jesús fuese ese aquel ángel de Yavé. Y menos aún el exterminador.
¿Quién pudo ser entonces este ángel exterminador?
“Tú, Yahvé, mandas sobre los demás dioses, y los demás se someten”
Cualquier lector de La Biblia observa cómo en gran parte de su narrativa lo importante no es desmentir la existencia de otros dioses sino enfatizar que Dios “gobierna por encima de los demás dioses” (Ver artículo sobre el Leviatán).
El Dios de Israel los controla e incluso hace que estos puedan ejecutar sus órdenes.
Esto se observa claramente en algunos Salmos:
86, 8 «Ninguno hay como tú entre los dioses, oh Señor, ni obras que igualen tus obras»
97, 9 «Porque tú, Jehová, eres el Altísimo sobre toda la tierra; eres exaltado sobre todos los demás dioses.»
136, 2 «Alabad al Dios de los dioses, porque para siempre es su misericordia.»
Como ejemplo fuera de Salmos: “¿Quién como tú, Señor, entre los dioses?” Éxodo 15, 11
Este aspecto de que Yavé ejerce su soberanía sobre los otros dioses es clave.
Réshef, el término usado para el ángel exterminador
El término hebreo Resfhef aparece varias veces en La Biblia pudiendo significar “fuego, relámpago, rayo, brasa, ráfagas de arco o fiebre alta” (Diccionario Strong). Y así se ha traducido en nuestras Biblias.
Sin embargo, los descubrimientos arqueológicos que se han venido produciendo desde el siglo XIX nos han revelado que Reshef era el nombre de un dios popular en la antigüedad bíblica.
Pero cuando en el siglo XVI comienzan a elaborarse las primeras versiones de La Biblia en nuestros idiomas, no disponían de estos maravillosos hallazgos.
Casiodoro desconocía el significado y la tremenda fuerza ideológica que albergaba el término Reshef. Y, claro, lo tradujeron como pudieron: rayos, pestes, fiebre o flechas. Sin más.
El punto importante es que Reshef en La Biblia ejecuta las instrucciones de Yahvé en zonas donde este dios era importante. “El hebreo de Habacuc 3:5 nombra a Dabir y a Reshef marchando derrotados ante el desfile de El desde Temán y Monte Parán. Dabir y Reshef normalmente son traducidos como pestilencia y peste. Debido a descubrimientos literarios realizados en Tell Mardij, por primera vez, se atestigua a Dabir como divinidad, fuera de la Biblia hebrea.6 Este descubrimiento es significativo para la traducción correcta de este versículo”
Réshef en las plagas de Egipto
En las diez plagas de Egipto, Yavé envía a un “ángel exterminador”.
Éxodo 12,23 nos dice que Yavé hiere de muerte a los egipcios al mismo tiempo que “no deja pasar” al exterminador a las casas con sangre en los dinteles que él mismo envía. Curioso y raro ¿Cierto?
Pero ahora sabemos que Réshef era una deidad encargada de producir pestes y calamidades. Y ¡Sopresa! Se trataba de una deidad ¡Cananea! Que… fue adoptada y reinterpretada ¡Por los egipcios!
De las plagas de Egipto, La Biblia dice: «Consumidos serán de hambre, y devorados por fiebre ardiente y Réshef, y diente de bestias enviaré sobre ellos.» (Dt. 32, 24)
En otros lugares de Las Escrituras se repite esta idea de que el juicio que Dios envía queda en manos de Réshef:
«Delante de su rostro iba la peste, y Réshef seguía sus pasos» (Habacuc 3, 5) (traducido como “pestilencia” normalmente en nuestras Biblias)
La conexión conceptual para el oyente original con el dios de la peste, los rayos y las calamidades debió ser evidente e impactante ¿No creen?
¿Y por qué Yavé enviaría al dios Réshef para peste y destrucción?
Bueno, las razones teológicas son muy potentes:
Réshef era este dios de plagas y pestes. Y al mismo tiempo el Ángel destructor de Yavé es un emisario que envía plagas sobre Israel (2 Samuel 24,15-16; 2ª Reyes 19, 35).
El rol de ambas entidades (el ángel de Yavé – Réshef) es exactamente el mismo.
Dios está mostrando su poder sobre los demás dioses. Solo Jehová puede dirigirlos a su antojo y utilizarlos para su plan (como cuando endurece el corazón del Faraón, quién es el hijo del dios Ra).
Con esto se envía un mensaje claro al pueblo de Israel y sus vecinos:
Dios ejerce su total dominio incluso sobre los dioses más temibles. Todos le obedecen. Si Dios ya ha demostrado dominar a Baal o al Leviatán ¿No es el dios de la destrucción y la peste alguien a quien también poner en su sitio como mero enviado de Yavé?
Todo esto fue un puñetazo en la mesa en un entorno en el que las religiones cananeas, egipcias y hebreas coexistían e interactuaban. Reshef ha sido descubierto en registros fenicios, egipcios, arameos y ugaríticos. Era un dios “tendencia” en toda la antigüedad bíblica.
“¡Porque grande es Jehová y digno de suprema alabanza; temible es por encima de todos los otros dioses!” (Salmos 96, 4)